Bienvenidos a mi nueva entrada;

a la entrada del mal,

la que todo sigue igual,

aunque en verdad no sea nada.

Es un suburbio,

un terreno marginal,

poca cosa queda,

en bares de desigualdad.

Unos fresnos, unos olivos demás,

un jardín botanico del que pueda plantar,

y creo que poco aun quedandose corto,

pero de esto y aquello se puede malgastar.

Aun sigo sin saber la verdad,
de que está hecho este final,

si la tela roja llega a mandar,

si mi mano derecha escribe maldad.

Pero aunque abuse de muy pocos,

y en realidad son menos costos,

me importa un bledo este hecho,

del que tu ríes y yo meto.