
Mira, mira, mira,
la ciudad ya está aquí
guardate los duros,
hay que consumir.
El primero será un puro,
y el segundo un maniquí,
¡Sacate la pasta y tira,
que me rallo ya de ti!
Al principio un chulo,
al poco un palurdo,
todo un puto sin absurdo,
hasta que ya te conocí.
Si, seguimos por aquí,
no me olvidé del Si,
del carmín, del sin fin,
ni de lo que iba ser seguro.
Pero así soy feliz
y lo siento por seguir así,
pero es que es un frenesí,
un potosí de colores,
de rumores, de futuro.
Y vuelvo a ser un duro,
uno de los cojonudos,
igual que cuando críos,
que en escribir nunca perdí.
-
(Pero mejor no hablar de críos,
porque sería un suicidio,
estaría todo lleno de cirios,
y solo mostraría lo poco que viví.)
-
Ahora empezamos nueva marcha
de las que a veces se hacen largas,
pero aunque siempre esperando acaban,
y te regalan un bonito sonreír.
Sé que se traban mas palabras,
sé que son muchas tragaldabas,
pero solo es pura rutina
la mandíbula se ejercita así.
¿Que me has dicho?
¿Me has preguntado por penurias?
¿O por calamidades e injurias?
Mejor no entro al trapo tío,
que ya me conoces de por sí...
-
Sintiéndolo mucho
termino ya por fin,
ha sido un placer, un dejavú,
uno de los que susurraban por ahí...
1 comentario:
Me gusta. Me parece muy bueno lo que acabo de leer. Un torrente de palabras caóticamente necesarias.
Publicar un comentario