martes, 22 de noviembre de 2011

¿Cual quiero hoy?



Hay tantos tipos de queso como los hay de la fruta y para organizarlos y tener un orden voy a explicar brevemente cómo conjugarlos a la perfección.


Para empezar, cada tipo es único en características especificas pero todos tienen su encanto particular:

- Un queso blanco te da la suavidad y lo tierno en su esencia.

- Un queso Gruyere te muestra la combinación entre pobreza y picaresca.

- Un queso Roquefort te muestra la diferencia entre apariencia y (aunque sea dificil de creer) un toque a sensualidad.

-Y por otra parte, si eliges un queso Parmesano, te darás cuenta de por qué vale tanto el oro. La diferencia y el buen hacer, se pagan.


Todas esta lista y los que no se mencionan para no gastar energias es por un misero motivo : Explicar cómo comer Queso (y aunque parezca evidente no lo es).
No es que haya que ser un entendido para comerlo, es que para evitar problemas, debes seguir unas pautas y así disfrutaras plenamente del placer.

La primera regla a seguir sería elegir la apetencia de sabor que tienes en cada momento. Hay que tener claro si quieres queso de cabra o curado, ya que si empiezas a comer algo que no te apetece de verdad, puedes acabar lleno para el siguiente round de comida y no satisfacer tus gustos.

Más adelante, lo básico sería no pegarte un hinchazón al mismo, ya que como popularmente se dice: En la variedad está el gusto. Y un poquito de todo nunca viene mal.

La anterior regla lleva directamente a la tercera: Ser lo más cambiante que puedas ser. Es decir, si un día has comido de tres quesos diferentes, intenta que al día siguiente no se repitan esos tres, si no elegir otros diferentes o con otros acompañamientos.

Para acompañar todos estos sabores y que al pasar por la garganta moje, lo combinaremos con algo que le encaja a la perfección. Este elixir divino para sobrellevar el día a día se lo debemos a nuestro querido amigo el Vino. El puntillo de alcohol que te proporciona quitará todas las vergüenzas para poder probar cada Queso y así animará las noches que a simple vista parecían solo comida. (Viva el Vino!)

Y para terminar todo este embrollo, debe quedar claro que hay que aprovechar la ocasión y el queso que se te ofrece saborearlo en su momento, ya que no siempre va a haber tanta variedad y tampoco se sabe cuando volverá a presentarse. Vamos el 'Carpe diem' de toda la vida, popularmente dicho.


Aun así, después de tanta regla, el queso esconde muchos secretos e incognitas que el hombre debe descubrir con el tiempo, ya que este terreno está aun tan inexplorado que solo tenemos descubierta la tercera parte del total.

Una vez desentrañado parte del Arte de Cómo Comer Queso, os dejo ya por fin que lo disfrutéis. Abrid vuestra quesera, elegid el mejor queso y pegarle un bocado. Que mañana ya os apetecerá otro.

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