
Y me jode cuando entro en una epoca donde no me sale nada, donde no puedo ni escribir, y cada meta que me propongo resulta fastidiada por un factor en el que no contaba. No suelo ni acertar a las preguntas, ni tampoco formularlas, e incluso los cigarros se me olvidaban en el cenicero agonizando su poca vida.
Me veo sorprendido por la comodidad y no vivo el presente, me quedo estancado en un pasado donde lo 'igual' se queda innato.
Y es que la soledad antes me inspiraba, y ahora parece que nunca estoy solo, que no tengo mis momentos, y cuando te das cuenta... ya es tarde y cuesta rectificar.
Cuando intento a la fuerza crear el orden, me hundo en mis pensamientos y se mezclan, quedandose como una nube blanca flotando sobre el papel haciendo que me distraiga.
Y esto jode aun más.
Menos mal que existe el antidoto, el antivirus. Remedio eficaz para despejar ideas y mandarlas al corazón. Te sumerges en tu mundo habitual, donde siempre has estado y empiezas a relajarte, te sientes bien y te da igual lo demás.
Aqui es el momento donde cualquier palabra, cualquier mirada o cualquier gesto te hacen disparar una sonrisa y empiezas a pensar.
¿Porque coño se me ocurren estas ideas?
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