Me siento impotente,
sin ser consecuente,
soy un ente no profesional
a los que le gusta el azar.
A los que les gusta besar,
y de vez en cuando algo más,
a los que gritan la verdad
sin sentirse especial.
A los que viven sin mente,
con algún que dirán,
al ser trascendente
me las cierran de par en par.
Buscaremos algo pendiente,
algo que olvidamos hace ya,
eso que prometimos aquel día
y que al segundo se nos olvidará.
No somos coherentes,
verbalizamos sin hablar,
somos tristes humanos,
a los que le gustan errar.
Terminamos la primera parte,
que nos quedó sin saber ná
volvimos al principio,
hasta que volvimos a pecar.
[ Continuará ]
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