sábado, 20 de septiembre de 2008

Odio tener un objetivo. Y así como lo digo, le tengo aun mas tirria. Ya que por esto seguro que la gente me llama vaga, pero pienso que el recorrido hasta un fin, e incluso muchas veces, el fin propio, resulta estremecedor. Siempre que enjugamos esta palabra se utiliza para bien propio, ya sea por ti o por los demas.
(Aunque para ser sinceros, el 95% son para uno mismo, asique para que iba a rebajar mi odio por unos insinificantes cinco.)

Superficial, avaricia, poder. Suelen ir unidos estos tres con la palabra en cuestión. Pero el mas poderoso que mueve el sistema, y sin duda numero uno por excelencia, el dinero. Por naturaleza, el ser humano y como muchos animales, sentimos la envidia, pero solo los humanos la conjugamos con la avaricia. Le ganas y machacas. Porque tu eres mejor.

Mi objetivo es vivir. Y verian como todos viviriamos mejor si eliminaramos la avaricia, porque no existiria el exceso.

Pero bueno, no estoy aqui para arreglar el mundo, si no para terminarme este whisky medio lleno.

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